Katherine Johnson nació en 1918 en White Sulphur Spring (Virginia Occidental,
Estados Unidos). Siempre mostró un gran interés por las
matemáticas, lo que debido a la segregación racial forzó a sus
padres a mudarse a Institute (Virginia) para que su hija pudiera
continuar estudiando más allá de la Educación Primaria, que en la
época era el límite para miembros de la comunidad afroamericana. Se
graduó en el instituto con sólo 14 años y con 18 obtuvo los Grados
en Matemáticas y en Francés.
En
1937, Johnson se mudó a Marion (Virginia, Estados Unidos) para
trabajar en la enseñanza de matemáticas, música y francés.
En
1953 empezó a trabajar realizando tareas de cálculo en el Centro de
Investigaciones Langley (Virginia, Estados Unidos) en el Departamento
de Guía y Navegación de la NACA (National Advisory Committee for
Aeronautics, predecesora de la National Aeronautics and Space
Administration o NASA actual). En concreto, su trabajo consistía
en la realización de operaciones y comprobaciones de cálculo
demandadas por ingenieros aeronáuticos, pero lejos de contentarse
con ello y a pesar de la reticencia de sus superiores, empezó a
asistir a las reuniones que se celebraban entre dichos ingenieros
para plantear preguntas y discusiones.
En
1959 se casó con el Coronel James Johnson, veterano de la Guerra de
Corea.
Poco
a poco, Johnson fue ganándose el reconocimiento de sus compañeros
de trabajo y la terminaron nombrando encargada de elaborar los
cálculos necesarios en el “Proyecto Mercury”, que la NASA
desarrolló entre 1961 y 1963. Calculó la trayectoria de la “Mercury
Redstone 3”, que en 1961 convertiría a Alan Shepard en el primer
estadounidense en viajar al espacio, el segundo del mundo por unas
pocas semanas, después del soviético Yuri Gagarin.
En
1962, a pesar de que ya existían ordenadores para realizar los
cálculos, Johnson revisó los resultados informáticos sobre el
vuelo orbital alrededor de la Tierra de la nave “Friendship 7”,
en la que iría John Glenn, a petición de él mismo.
Johnson
calculó además la trayectoria del famoso “Apollo 11”, que
posibilitó la llegada del ser humano a la Luna en 1969.
En
los años siguientes participó en el Programa “Space Shutlle” y
en diversos planes relacionados con misiones a Marte. Se jubiló en
1986.
El
trabajo de Katherine Johnson ha sido desde hace años ampliamente
reconocido. Un ejemplo es la Medalla Presidencial de la Libertad de
Estados Unidos, que recibió de Barack Obama en 2015 y que tan solo
es uno de los muchos premios que recibió. Además, en su honor
nombraron varias instalaciones como Katherine G. Johnson
Computational Research Facility in Hampton o Katherine Johnson
Independent Verification and Validation Facility, ambos en
Virginia.
Su
historia fue inmortalizada en la película “Figuras ocultas”
(2016), basada en el libro homónimo de Margot Lee Shetterly.
Johnson,
que hoy continúa viviendo con su marido en Hampton (Virginia)
celebró el pasado 2018 su 100º cumpleaños. En la actualidad,
dedica gran parte de su tiempo a motivar a la juventud, especialmente
a las mujeres, a estudiar ciencia, tecnología, ingeniería y
matemáticas (STEM en sus siglas en inglés) y a luchar contra toda
discriminación, racial o de género para alcanzar sus metas.
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