miércoles, 25 de diciembre de 2019

El color de las imágenes astronómicas


Si hay algo común a todas las imágenes tomadas del universo es la extraordinaria belleza de sus colores. ¿Pero te has preguntado alguna vez si estos colores son o no “reales”, es decir, si los veríamos de la misma forma en directo con nuestro propios ojos o si han sido modificados para que los veamos así cuando observamos una fotografía, por ejemplo, de una nebulosa o de una galaxia?

Respondiendo a la pregunta, los colores son efectivamente reales, pero hay cierta complejidad en ello. Curiosamente, las cámaras que se utilizan para fotografiar el universo funcionan en escala de grises, lo que les confiere una sensibilidad mucho mayor a la de las cámaras en color a las que en la actualidad estamos acostumbrados en nuestra vida diaria.

Los astrónomos utilizan filtros de diferentes colores para captar una parte concreta de la luz que nos llega de los cuerpos celestes, de manera que codificando distintas tomas con varios colores, obtenemos una imagen como la mostrada a continuación, en la que se observa una región que albergó la formación de una nueva estrella en la constelación “Cygnus”, tomada por el Telescopio Espacial Hubble en 2011.


No obstante, también existe la posibilidad de recurrir a radiaciones que nuestros ojos no tienen capacidad de ver, como la luz ultravioleta o la infrarroja, lo que da lugar a imágenes como la siguiente, tomada en 2012 por el Telescopio Galaxy Evolution Explorer mediante luz ultravioleta, que jamás podríamos ver de forma natural. En ella se muestra el conocido como “Bucle de Cygnus”, en la misma constelación de la primera imagen, una nebulosa formada por los restos de una supernova (es decir, la explosión de una estrella).


Aunque parezca algo de importancia meramente estética, lo cierto es que los colores son de gran ayuda para los astrónomos en el estudio de las propiedades físicas y químicas de diferentes cuerpos como estrellas, nebulosas o galaxias a través de la utilización de filtros específicos que dejan pasar únicamente la luz emitida por un elemento químico en concreto como el oxígeno, el hidrógeno o el azufre. De esta forma, los astrónomos son capaces de distinguir, por ejemplo, las estrellas jóvenes de las viejas, o las galaxias con mayor número de unas o de otras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario