domingo, 11 de agosto de 2019

La Máquina de Newcomen


A principios del S.XVIII, en una época en la que millones de personas dependían del carbón para calentarse, las minas debían ser cada vez más profundas para atender a la creciente demanda. Pero conforme avanzaban las excavaciones también lo hacían las aguas subterráneas, provocando inundaciones que hacían muy difícil la actividad de extracción y que en muchos casos llevaron a su abandono, dada su escasa rentabilidad o incluso a derrumbes. La situación requería de un sistema de extracción del agua eficaz: una máquina.

En 1712, en Devon (Inglaterra), el herrero y predicador baptista Thomas Newcomen, consciente de la relevancia que tendría la hipotética máquina empezó a construir, pieza a pieza, un motor que realizaría trabajo aprovechando el vapor como forma de energía. La máquina se compuso de una vara oscilante de veinte toneladas y nueve metros de alto con cadenas en sus dos extremos. La cadena de uno de los lados bajaba por la mina hasta una bomba de agua que había en la base y la del otro lado, sujeta a un pistón, extraería el vapor de un contenedor con agua hirviendo y lo conduciría a un cilindro. El vapor se enfriaba y condensaba creando un vacío dentro del cilindro que empujaba el pistón hacia abajo, lo que a su vez subía el otro extremo de la vara y accionaba la bomba situada al final de la cadena. Así, se completó la construcción de la máquina atmosférica o Máquina de Newcomen.

No obstante, Newcomen se dio cuenta de que el vapor se condensaba demasiado despacio para accionar adecuadamente la bomba, lo que trató de solucionar situando una cubierta con agua fría alrededor del cilindro para que el vapor se condensara antes.

Posteriormente, durante una de las pruebas realizadas con la máquina, una junta del cilindro se rompió, permitiendo el paso de agua fría de la cubierta exterior, lo cual creó un vacío instantáneo que destruyó la máquina. Sin embargo, Newcomen desarrolló una nueva idea a partir del incidente: reconstruyó su motor incluyendo una válvula que introducía agua fría directamente al cilindro cada vez que éste se llenaba de vapor. Eso producía un vacío muy potente y aumentaba exponencialmente la velocidad de la bomba. Con esto, creó el primer motor de vapor funcional de la historia, que permitió retomar la actividad en las minas e incrementar su productividad e inició una auténtica revolución en el mundo científico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario