miércoles, 26 de agosto de 2020

El Parque Nacional Tierra del Fuego


El Parque Nacional Tierra del Fuego es uno de los 35 Parques Nacionales presentes en Argentina. Su nombre procede directamente de la provincia en la que se encuentra: Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. En concreto, se sitúa 12 km al oeste de Ushuaia, capital de la provincia que posee el título de la ciudad más austral del mundo.

El Parque fue fundado en 1960 y ocupa una superficie de 68.909 hectáreas, de las cuales solamente 2.000 están abiertas al público.

El clima es subpolar oceánico, con una temperatura media anual de 5,7 ºC y una oscilación térmica de solo unos pocos grados (normalmente, entre -0,3 en julio y 9,4 ºC). Las precipitaciones se reparten equitativamente a lo largo de todo el año, en un promedio de 200 días, alcanzando los 524 mm, siendo en invierno habitualmente en forma de nieve.

La Cordillera de los Andes recorre el Parque de Oeste a Este. En él se encuentran numerosos lagos y lagunas, ríos y arroyos fruto del deshielo primaveral (entre septiembre y diciembre en el Hemisferio Sur).

La biodiversidad del Parque es única. Entre la fauna más abundante encontramos aves como el cóndor andino, el pájaro carpintero patagónico o la cotorra austral y entre los mamíferos el guanaco y el zorro colorado. En los lagos destacan una rara especie de nutria de nombre huillín y el puyén, un pez teleósteo. En los ecosistemas marinos encontramos los pingüinos magallánicos, gaviotas cocineras, cormoranes imperiales y lobos marinos, además de numerosos peces e invertebrados. Llama la atención la ausencia de insectos y reptiles, debida a las condiciones climáticas.

En cuanto a la flora, el ecosistema de la montaña andina alberga especies de compuestas (familia de plantas angiospermas o plantas con flores), musgos y gramíneas, siempre a bajas alturas y en zonas resguardadas de las duras condiciones climáticas propiciadas por los fuertes vientos, nevadas y ventiscas. También se encuentran líquenes sobre las rocas y bosques de lengas (los “robles de Tierra del Fuego”). Además de la lenga o el ñire (el “haya antártica”), en el ecosistema del bosque magallánico se encuentran árboles como el canelo o el notro y arbustos como el chilco o el calafate. En las aguas marinas predominan los bosques sumergidos de cachiyuyos gigantes (un alga parda de gran tamaño).

El Parque es visitado por más de 450.000 personas al año, quienes suelen acceder mediante el denominado “Tren del Fin del Mundo”, que sale desde una estación situada 8 km al oeste de Ushuaia. Entre las actividades permitidas se encuentran un recorrido en ferrocarril, diversos senderos a pie, excursiones en canoa y acampadas en determinadas zonas acotadas.

Yo mismo tuve la oportunidad de visitar el Parque con mi familia hace dos años, junto a otras regiones de la Patagonia argentina en un increíble viaje que no solo alcanzó nuestras expectativas, sino que las superó con creces. Y es que naturaleza como la patagónica no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.

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