El Parque Nacional Tierra del Fuego es uno de los 35 Parques Nacionales
presentes en Argentina. Su nombre procede directamente de la
provincia en la que se encuentra: Tierra del Fuego, Antártida e
Islas del Atlántico Sur. En concreto, se sitúa 12 km al oeste de
Ushuaia, capital de la provincia que posee el título de la ciudad
más austral del mundo.
El
Parque fue fundado en 1960 y ocupa una superficie de 68.909
hectáreas, de las cuales solamente 2.000 están abiertas al público.
El
clima es subpolar oceánico, con una temperatura media anual de 5,7
ºC y una oscilación térmica de solo unos pocos grados
(normalmente, entre -0,3 en julio y 9,4 ºC). Las precipitaciones se
reparten equitativamente a lo largo de todo el año, en un promedio
de 200 días, alcanzando los 524 mm, siendo en invierno habitualmente
en forma de nieve.
La
Cordillera de los Andes recorre el Parque de Oeste a Este. En él se
encuentran numerosos lagos y lagunas, ríos y arroyos fruto del
deshielo primaveral (entre septiembre y diciembre en el Hemisferio
Sur).
La
biodiversidad del Parque es única. Entre la fauna más abundante
encontramos aves como el cóndor andino, el pájaro carpintero
patagónico o la cotorra austral y entre los mamíferos el guanaco y
el zorro colorado. En los lagos destacan una rara especie de nutria
de nombre huillín y el puyén, un pez teleósteo. En los ecosistemas
marinos encontramos los pingüinos magallánicos, gaviotas cocineras,
cormoranes imperiales y lobos marinos, además de numerosos peces e
invertebrados. Llama la atención la ausencia de insectos y reptiles,
debida a las condiciones climáticas.
En
cuanto a la flora, el ecosistema de la montaña andina alberga
especies de compuestas (familia de plantas angiospermas o plantas con
flores), musgos y gramíneas, siempre a bajas alturas y en zonas
resguardadas de las duras condiciones climáticas propiciadas por los
fuertes vientos, nevadas y ventiscas. También se encuentran líquenes
sobre las rocas y bosques de lengas (los “robles de Tierra del
Fuego”). Además de la lenga o el ñire (el “haya antártica”),
en el ecosistema del bosque magallánico se encuentran árboles como
el canelo o el notro y arbustos como el chilco o el calafate. En las
aguas marinas predominan los bosques sumergidos de cachiyuyos
gigantes (un alga parda de gran tamaño).
El
Parque es visitado por más de 450.000 personas al año, quienes
suelen acceder mediante el denominado “Tren del Fin del Mundo”,
que sale desde una estación situada 8 km al oeste de Ushuaia. Entre
las actividades permitidas se encuentran un recorrido en ferrocarril,
diversos senderos a pie, excursiones en canoa y acampadas en
determinadas zonas acotadas.
Yo
mismo tuve la oportunidad de visitar el Parque con mi familia hace
dos años, junto a otras regiones de la Patagonia argentina en un
increíble viaje que no solo alcanzó nuestras expectativas, sino que
las superó con creces. Y es que naturaleza como la patagónica no se
encuentra en ningún otro lugar del mundo.
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